domingo, 10 de agosto de 2008

EDITORIAL

"Uds. son el futuro"... remarcó la directora de la primaria aquel primer día de clases hace ya muchos años.

Uno que estaba parado en el patio de la escuela pensando que la gomina que mamá había puesto en nuestros peinados era totalmente innecesaria quizá no hubiera prestado atención como era debido, sin embargo esa frase quedó grabada en mi cabeza y hoy creo encontrarle el verdadero sentido.

Técnicamente nuestra generación era considerada aquella que iba a construir un país mejor que el que se vivía por aquellos días. El verano de la primera presidencia de Carlos S Menem traía aires renovadores luego de los tumultuosos años alfonsinistas hiperinflacionarios acaecidos previos al Pacto de Olivos. Los docentes habrán creído que aleccionar a los jóvenes era la primera prioridad para que en un país donde la democracia estaba en pañales (una vez más), la construcción se realizara desde el vamos.


Hoy, el país e incluso el mundo son totalmente diferentes a cuando éramos "blancas palomitas". El poder es la síntesis y causa común de gran cantidad de decisiones políticas tomadas por las distintas dirigencias a lo largo de estos años de democracia. Ese leit motiv jamás pudo ser puesto a un lado. Como si fuera la droga más antigua, ha corrompido voluntades haciendo olvidar a aquellos que llegan 'arriba' cuáles son los verdaderos objetivos: uno de ellos seguro es el bienestar popular.

Por otra parte, el mundo está sufriendo una convulsión catatónica. Algunas corrientes de pensamiento indican que los cataclismos que han caído sobre nuestro planeta no son más que el precio a pagar por el abuso que el ser humano ha perpetrado sobre su propio hábitat. Lo cierto es que el cambio climático es hoy en día Vox populi y el mañana promete ser un fotografía de tonos bíblicos.

A eso se suma el accionar del hombre. Economías buscando estabilidad, globalización buscando consolidación a pesar de las consecuencias que ello traiga, movimientos políticos que son enterrados mientras nuevas ideas y tendencias surgen bajo banderas antes desconocidas, etc. etc...


Dentro de esta vorágine de acontecimientos, tanto a nivel local como internacional, cabe preguntarse cuál es el papel de esta generación llamada a ser "el futuro".

Mi aporte, como estudiante de Periodismo, se encuentra en estas líneas digitalizadas, que si bien son unos y ceros, pretenderán también ser vehículo de información analítica y por sobre todo objetiva.


Los primeros trabajos a publicar serán análisis realizados para las cátedras de la Universidad Nacional de La Matanza para luego dar lugar a artículos que traten temáticas mucho más a fin a la agenda contemporánea de los medios.


Espero que los lectores comprendan que este proyecto es también un taller, práctica y evaluación a la vez. Nadie está exento de críticas y mucho menos los principiantes.

Éramos el FUTURO. Hoy que nos toca ser protagonistas (directos o indirectos), nos toca decir PRESENTE y mostrar nuestro aporte. Este será el mío.